VIDA Y OBRAS DE KARL MARX.
Karl Marx nació en
Tréveris (Alemania) en 1818. Estudió la carrera de Derecho pero su gran pasión
fue la Historia y la Filosofía (precisamente su tesis doctoral versó sobre los
atomistas). Finalizados sus estudios universitarios empezó a trabajar en el año
1842 como redactor del periódico La Gaceta del Rhin; en este diario escribió
artículos en los cuales hacía una denuncia de la situación social y laboral de
los trabajadores asalariados.
Esta denuncia motivó
el que el periódico fuese cerrado por las autoridades gubernativas. En 1843 se
marcha a París y entra en contacto con corrientes de pensamiento socialistas y
comunistas; conoce a Proudhon, a Bakunin...y a quien sería su gran amigo y
colaborador Federico Engels (1820-1895).Después de ser expulsado en repetidas
ocasiones (de París, de Bruselas) y de pasar por una calamitosa situación
económica se traslada en 1850 a Londres donde se establece de manera
definitiva. Murió en esta ciudad en el año 1883.
Entre sus obras
destacamos las siguientes:
·
Crítica de la Filosofía del
Estado de Hegel, publicada en 1843; su primera obra.
·
Contribución a la Crítica de la
Filosofía del Derecho de Hegel, publicada en 1844, y de la cual habla Marx en el texto
objeto del comentario.
·
Manuscritos Made Economía y
Filosofía,
escrita en 1844 pero publicada después de su muerte.
·
La Sagrada Familia, publicada en 1845.
·
La Ideología Alemana, publicada en 1846.
·
Contribución a la Crítica de la
Economía Política, publicada en 1859, y cuyo prólogo es el texto incluido en
nuestro libro de textos. En este prólogo aparece formulado el llamado
materialismo histórico o concepción materialista de la historia.
·
El Capital, su obra más conocida.
El primer tomo de esta magna obra fue escrito por Marx y se publicó en 1867; el
segundo tomo apareció en 1884; el tercer tomo fue publicado en 1894; Marx murió
dejando incompleto el segundo tomo; fue F. Engels quien lo completó y, además,
el autor y responsable del tercer tomo.
I.
EL MATERIALISMO HISTÓRICO DE KARL MARX.
Normalmente se utiliza
la expresión "materialismo histórico" para hacer referencia a la
filosofía de Marx. El Materialismo histórico encuentra su primera formulación
en la obra titulada La Sagrada Familia (1845); una exposición más amplia aparece
en Miseria de la filosofía (1847) y en El Manifiesto Comunista (1848); de forma
resumida aparece en el prólogo de la obra Contribución a la crítica de la
economía política (1859.
¿Qué es el
Materialismo histórico? Es una interpretación o concepción de la Historia, del
devenir o acontecer histórico en clave económica. Es claramente una
interpretación de la Historia muy distinta de las interpretaciones religiosa o
teológica que hace San Agustín en el siglo V en su obra La Ciudad de Dios y De
Maistre y Bonald en el siglo XIX y según la cual es Dios quien dirige a la
Historia; de alguna manera, los hombres no son más que marionetas movidas por
los hilos de Dios; es Dios quien dirige la Historia hacia la meta que el propio
Dios se ha marcado. También es muy distinta de la interpretación idealista o
racional de la Historia defendida entre otros por Hegel según la cual el
acontecer histórico está determinado por la evolución de los pensamientos y las
ideas de los hombres, y que, a su vez, están determinadas por un Espíritu o
Razón Universal.
1. EL CONCEPTO DE HOMBRE: EL HOMBRE COMO SER TRANSFORMADOR DE LA
NATURALEZA.
Para entender
correctamente qué es el materialismo histórico en cuanto interpretación
económica de la Historia es preciso hablar de la antropología marxista, esto es,
del concepto de Hombre que tiene Marx.
Para Marx, el hombre
es ante todo un ser que tiene una serie de necesidades materiales al igual que
otros seres como los animales. El hombre satisface esas necesidades
transformando la Naturaleza a través de su trabajo. Al hacer esto el hombre lo
que hace es humanizar la naturaleza. Muchos animales también transforman a
través de su actividad la naturaleza para conseguir de ésta los medios para
satisfacer sus necesidades (valga como ejemplo la abeja que liba el polen para
elaborar la miel con la cual se alimenta), pero existe una diferencia clara (un
abismo) entre el hombre y el animal: el animal no es consciente de su actividad
transformadora; el hombre, en cambio, al ser consciente de su actividad, puede dirigirla
a su voluntad. Por tanto, se puede decir que, más que por el pensamiento o la posesión
de ideas religiosas, lo que distingue al hombre del animal en su relación con
la Naturaleza es el trabajo, la acción transformadora de la realidad para
producir los medios que le sirvan para satisfacer sus necesidades materiales.
Además de esto
conviene señalar que esta actividad transformadora de la Naturaleza no la
realiza el hombre en solitario sino junto a otros hombres; de alguna manera,
para Marx en el trabajo se unen los hombres; es en sociedad como los hombres
realizan su actividad transformadora. A todo esto es a lo que Marx llama
producción social de la vida: el hombre se relaciona con otros hombres para
producir (de ahí que se hable de producción social) aquellos medios que
permiten satisfacer sus necesidades materiales (comida, vivienda, vestido,
etc.).
Lo que permite
explicar el devenir de la Historia de la Humanidad es la evolución de la manera
como los hombres en sociedad van produciendo los medios para satisfacer sus necesidades
materiales; si en la Historia hay etapas, fases o periodos es porque hay
cambios en las maneras de conseguir los medios de subsistencia, y no tanto
porque haya un cambio de costumbres o de ideas. Precisamente por esto se dice
que en Marx encontramos una interpretación económica de la Historia: los
cambios profundos en la Historia no tienen su raíz en cambios ideológicos o
políticos sino en cambios económicos, en cambios en la manera como los hombres
producen los medios que le permiten seguir sobreviviendo.
2. EL CONCEPTO DE MODO DE PRODUCCIÓN: FUERZAS PRODUCTIVAS Y RELACIONES
SOCIALES DE PRODUCCIÓN.
El concepto de modo
de producción es uno de los conceptos fundamentales del materialismo
histórico. Modo de producción puede ser definido como la forma o manera cómo
los hombres de una determinada época histórica producen socialmente los medios
de subsistencia. Es, además, lo que define y caracteriza esencialmente a cada
época histórica (Marx también utiliza la palabra "sociedad" para
referirse a cada época histórica) y lo que permite explicar el cambio o devenir
histórico. En efecto, si Marx habla de cinco etapas históricas es porque según
él hay cinco modos de producción y si se ha producido un paso o cambio de una
época a otra es porque ha tenido lugar un cambio radical en el modo de
producción. Además, puesto que el modo de producción es esencial de cada etapa
Marx lo llama también "infraestructura" o estructura económica
de la sociedad.
Un modo de producción
se compone de dos elementos o partes:
·
Las fuerzas productivas.
·
Las relaciones sociales de producción.
a)
Las fuerzas productivas, calificadas por Marx como
"los huesos y los músculos de la producción", son el elemento
material y el elemento humano que intervienen en la producción de algo. El
elemento material son los medios de producción: las materias primas, las
herramientas y las técnicas utilizadas en el proceso de producción, el capital
o dinero invertido; el elemento humano es la fuerza de trabajo, es decir, la
energía humana invertida o empleada en el proceso de producción.
b)
Las relaciones sociales de producción son las
relaciones económicas que se establecen entre los hombres según la posición que
ocupan en el proceso de producción, tanto en lo referido a la posesión de las
fuerzas productivas como en lo referente al reparto de la producción; son,
básicamente, las relaciones que se dan entre quienes detentan la posesión de
los medios de producción y entre quienes solamente poseen la fuerza de trabajo.
Según la posición que el hombre ocupe en el proceso de producción pertenecerá a
una clase social o a otra (clase social puede ser definida como el grupo de
individuos que desarrollan un mismo papel o función u ocupan una misma posición
en el proceso de producción). Hay, básicamente, dos clases sociales: la clase
social dominante, que es la clase que posee los medios de producción) y la
clase social dominada (que solamente dispone de su fuerza de trabajo). Las
relaciones sociales de producción son las relaciones entre ambas clases y
conviene señalar que no son relaciones armónicas sino más bien conflictivas
pues se trata de clases antagónicas; es a esto a lo que Marx llama lucha de
clases.
Puesto que el devenir
de la Historia se explica, según Marx, por un cambio en el modo de producción,
cabe hacer la siguiente pregunta: ¿por qué "entra en crisis" y cambia
un determinado modo de producción? La respuesta de Marx es clara: un
determinado modo de producción "se rompe" cuando se produce un
desajuste entre sus dos elementos componentes, es decir, entre las fuerzas
productivas y las relaciones sociales de producción. El modo de producción
sobrevive, según Marx, cuando hay una armonía entre sus dos elementos
componentes, pero esa armonía se rompe (y entonces se produce el desajuste)
cuando se produce un desarrollo de las fuerzas productivas debido al progreso
tecnológico y científico. Cuando se produce ese desajuste se hace mucho más
latente la lucha de clases produciéndose, de esta manera, una revolución social
que hace desaparecer el modo de producción existente y ya caducó para
sustituirlo por otro modo de producción más acorde con ese desarrollo de las
fuerzas productivas.
Por decirlo de otra
manera, las transformaciones en las fuerzas productivas exigen también
transformaciones en las relaciones sociales de producción, en la organización
social del trabajo; tarde o temprano, las relaciones sociales de producción
tienen que adaptarse al estado de desarrollo de las fuerzas productivas. Si no
ocurre así, el proceso de producción se ve obstaculizado desembocando en una
crisis que conlleva una revolución cuyo resultado final es la formación de un
nuevo modo de producción en el cual sí tiene lugar esa adaptación de las
relaciones sociales de producción al desarrollo de las fuerzas productivas.
Así es como explica
Marx el paso de una época histórica a otra. A juicio de Marx, la Historia de la
Humanidad puede dividirse en cuatro épocas o sociedades.
Estas épocas o
sociedades son las siguientes:
1.
Época o sociedad primitiva o asiática: su característica
fundamental es la propiedad colectiva de los medios de producción y de los
bienes producidos.
2.
Época o sociedad antigua o esclavista: su característica
fundamental es la división en clases sociales: los hombres libres y los
esclavos.
3.
Época o sociedad feudal: distinción entre dos clases
sociales: señores feudales y siervos.
4.
Época o sociedad burguesa o capitalista: distinción entre
burguesía y proletariado; la burguesía posee los medios de producción; el
proletariado, solamente su fuerza de trabajo; las ganancias -en forma de
plusvalía- van a parar a manos del burgués.
5.
Después de la época capitalista vendrá la quinta -y última-
etapa o sociedad: la época o sociedad comunista, caracterizada por la posesión
colectiva de los medios de producción; se trata, además, de una sociedad sin
clases (ya no hay ni clase dominante ni clase dominada). Con la llegada de la
sociedad comunista acaba la prehistoria de la Humanidad y comienza la verdadera
y auténtica Historia del Hombre.
3.
INFRAESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA: RELACIONES.
Recordemos que al modo
de producción Marx también lo llama infraestructura o estructura económica de
la sociedad; es la base real y esencial de una época histórica. Como tal, el
estudio de una determinada época exige que a ella le prestemos especial atención
pues es la infraestructura la que determina las restantes manifestaciones de la
vida social: creencias religiosas, costumbres, leyes, costumbres.
La infraestructura
condiciona lo que Marx llama superestructura, compuesta por:
a)
La estructura jurídico-política.
b)
La estructura ideológica o formas de conciencia social.
a)
La estructura jurídico-política se refiere a las
leyes y las instituciones estatales. Pero, ¿en qué sentido se puede decir que
está condicionada por la infraestructura o modo de producción? En el sentido de
que las instituciones estatales y las leyes van a estar de alguna manera
puestas al servicio de quien domina en el modo de producción, esto es, al
servicio de la clase dominante. Así, por ejemplo, en la época feudal las leyes
y las instituciones estatales están hechas y organizadas de tal modo que
benefician a la clase dominante de los señores en contra de los intereses de la
clase dominada, los siervos; lo mismo ocurre también con la burguesía y el
proletariado. En definitiva, el poder político y el poder legislativo está
condicionado por quien tiene el poder económico, es decir, la clase dominante.
b)
La estructura ideológica o formas de conciencia
social se refiere a las ideas, creencias, valores y costumbres de una época
histórica determinada. Estas ideas y valores no son las mismas en todos los
hombres; son diferentes y varían de unos hombres a otros dependiendo de si
pertenecen a la clase dominante o a la clase dominada; cada clase social tiene
sus propios valores, sus propias ideas y sus propias creencias; o lo que es lo
mismo cada hombre ve el mundo de una manera dependiendo de su lugar o posición
en el proceso de producción. Y de la misma manera que en las leyes y las
instituciones estatales destaca la presencia de la clase dominante, en lo
referente a lo ideológico ocurre algo muy parecido: las ideas y creencias
dominantes en una época dada son las ideas y creencias de la clase dominante.
Resumiendo, cualquier
época o sociedad histórica tiene dos elementos: la infraestructura o modo de
producción, y la superestructura (con sus dos elementos componentes). La
infraestructura es el elemento esencial pues condiciona al otro elemento, es
decir, a la superestructura.
4. LA ALIENACIÓN: FORMAS DE ALIENACIÓN.
El concepto de
alienación fue utilizado por L. Feuerbach para hacer referencia al hecho de que
los hombres consideren a Dios como un ser ajeno a ellos mismos al que hay que
adorar y respetar y ante el que hay que arrodillarse y no como una creación
suya, una imagen de la propia esencia humana pero situada en un plano divino y
sobrenatural. La religión, por tanto, es la esfera en la cual, según Feuerbach,
transcurre este fenómeno de la alienación.
El concepto de
Alienación que tiene Marx es mucho más completo. Para Marx, la alienación se da
en todas aquellas actividades humanas en las cuales lo hecho por el hombre, lo
producido por el hombre aparece como algo extraño y ajeno que lo domina. El
fenómeno de la alienación se da en cuatro esferas: la esfera económica, la
esfera social, la esfera política, y, por supuesto, la esfera religiosa. De
todas estas cuatro formas de alienación, la primera, la alienación económica,
es la fundamental; de hecho, es la alienación económica la que origina y
promueve las otras formas de alienación.
Ø
La alienación económica es ante todo alienación en
el trabajo. Para Marx, como ya hemos dicho, el hombre es un ser activo-práctico
que a través de su trabajo va transformando la Naturaleza para conseguir de
ella aquello que le permita satisfacer sus necesidades materiales. La actividad
del trabajo forma, por tanto, parte de la esencia humana (el hombre es, antes
que nada, un ser trabajador -?-). Ahora bien, en el proceso de producción, el
hombre se siente extraño ante su propia actividad -y por eso no se siente a
gusto trabajando- pues el producto de su trabajo no pasa a sus manos sino a las
manos de otro. En efecto, sobre todo en el modo de producción capitalista,
aunque también está presente en los anteriores modos de producción, el
trabajador solamente se apropia del producto de su actividad en una mínima
parte y en forma de salario; el resto del producto del trabajo -la mayor parte-
genera unas ganancias o plusvalía que cae en manos del propietario de los
medios del trabajo. Dicho de otra manera, hay alienación en el trabajo porque
una mínima parte del producto del trabajo cae en manos de quien posee sólo la
fuerza de trabajo, mientras que la mayor parte del producto cae en manos de
quienes poseen los medios de producción.
En definitiva, el
hombre se siente a disgusto trabajando y considera el trabajo como una
actividad extraña y ajena a él porque hay una mal reparto del producto del
trabajo.
Ø
La alienación social consiste en el hecho de que el
hombre ve la esencia humana, la humanidad, el ser hombre como algo ajeno al hombre
mismo. Antes que hombre, un individuo cualquiera se ve como miembro de una
determinada clase social; así, antes que hombre el trabajador de una fábrica se
ve como proletario; lo mismo le ocurre al burgués. Además, el verse como
perteneciente a una determinada clase social que está en antagonismo con la
otra clase social hace que el hombre vea al otro hombre como un enemigo y no
como un miembro de la raza humana.
Ø
La alienación política consiste en el hecho de que
los hombres, sobre todo los trabajadores- ven las instituciones estatales y
políticas (partidos políticos, parlamentos, etc.) como una realidad ajena y
extraña que representa los intereses de quien ejerce la dominación en el
terreno económico: la clase social dominante. Políticamente domina quien domina
económicamente: la clase social dominante.
Ø
La alienación religiosa es similar a la alienación
de la que habla Feuerbach: los hombres hemos creado a los dioses, a todo lo que
representa el mundo de la religión. La diferencia entre Feuerbach y Marx es que
éste último busca las causas concretas que hacen posible esta creación. Según
Marx, la miseria económica que padecen los miembros de la clase social dominada
y oprimida hace que se engañen a sí mismos e inventen un mundo imaginario o
sueño dorado que es el mundo que nos ofrece la religión. Como dice Marx, el
hombre oprimido económicamente suspira por una ilusoria felicidad celeste que
adormezca sus desgracias y pesares presentes. En este sentido, “la religión es
el opio del pueblo” ya que es como una droga que sirve de consuelo a aquellas
personas que sufren la miseria económica.
5. LA TRANSICIÓN DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA A LA SOCIEDAD COMUNISTA.
El centro de todos los
análisis sociales, políticos y económicos que hizo Marx fue la sociedad o época
histórica que le tocó vivir. A esta sociedad o época histórica la llamó
sociedad burguesa y, al igual que cualquier otra sociedad o época histórica, se
define por un modo de producción. El modo de producción específico de la
sociedad burguesa es el modo de producción capitalista y se caracteriza por lo
siguiente:
a)
Con relación a las fuerzas productivas, los medios de
producción son propiedad privada de la burguesía que es la clase social
dominante; la fuerza de trabajo se caracteriza por ser un trabajo asalariado
(el proletariado, que es la clase social dominada u oprimida, vende su fuerza
de trabajo a cambio de un salario o sueldo con el cual adquiere los productos
para satisfacer sus necesidades básicas); ahora bien, se trata de una fuerza de
trabajo sujeta a la ley de la oferta y la demanda (el trabajo vale dependiendo
de las fluctuaciones del mercado del trabajo: abundancia de mano de obra hace
que la fuerza de trabajo tenga poco valor). El resultado del proceso de
producción es el producto manufacturado, el cual pasa a ser propiedad en su
mayor parte del burgués en forma de plusvalía.
b)
Con relación a las relaciones sociales de producción
debemos decir que son conflictivas y tienen lugar entre las dos clases sociales
que intervienen en el proceso de producción: la burguesía y el proletariado.
Ahora bien, según Marx llegará un momento -próximo según él- en el cual esas
relaciones sociales conflictivas desemboquen en una revolución social cuya
finalidad es la destrucción del modo de producción capitalista. Inmediatamente
después de la revolución social protagonizada por el proletariado como clase
social oprimida se establecerá, antes de llegar a la auténtica sociedad
comunista, una etapa histórica de carácter provisional y transitorio que él
llama Dictadura del proletariado en la cual el proletariado se constituye en
clase social dominante y controla todo el poder político. La dictadura del
proletariado tiene como finalidad preparar la llegada de la auténtica sociedad
comunista la cual se caracteriza por un nuevo modo de producción en el que
desaparece la propiedad privada de los medios de producción y se instala su
propiedad colectiva, y en el que quedan abolidas las clases sociales (es una
sociedad sin clases). Con la llegada de la auténtica sociedad comunista comienza
la verdadera historia de la Humanidad; todo lo que ha acontecido anteriormente
(las otras cuatro etapas) no es más que prehistoria.
II.
EL MATERIALISMO DIALECTICO DE KARL MARX.
1.
Materialismo dialéctico es la corriente del materialismo filosófico de acuerdo a los
planteamientos originales de Engels y Marx que posteriormente fueron
enriquecidos por Vladimir I. Lenin y después sistematizados por miembros de la
Academia de las Ciencias de la Unión Soviética principalmente y maoísta. Esta
corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda realidad sea
concreta o abstracta (pensamientos) emancipa la primacía e independencia de la
materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del
mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica –basada en
las leyes dialécticas propuestas por Hegel– para interpretar el mundo,
superando así al materialismo mecanicista. El materialismo dialéctico es uno de
los tres componentes –la base filosófica– del comunismo marxista-leninista.
Denominado “Diamat”, el materialismo dialéctico fue también la filosofía
oficial de la antigua Unión Soviética.
El materialismo dialéctico, como sistema filosófico, es opuesto
al idealismo filosófico que concibe al espíritu como el principio de la realidad.
Para el materialismo dialéctico las ideas tienen un origen físico, esto es, lo
primero es la materia y la conciencia lo derivado. Como tal, el materialismo
dialéctico se apoya en los datos, resultados y avances de las ciencias y su
esencia se mantiene en correspondencia y vigencia con la tradicional
orientación progresista del pensamiento racional científico. Asimismo está
opuesto a la corriente filosófica del agnosticismo, pues declara la cognoscibilidad
del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia objetiva en el tiempo
y en el espacio. Engels lo manifestó de esta manera: “Las formas fundamentales
de todo ser son el espacio y el tiempo, y un ser concebido fuera del tiempo es
tan absurdo como lo sería un ser concebido fuera del espacio”. Se debe entender
aquí que no es una contradicción caprichosa entre la teoría y la práctica, sino
que es en realidad una relación dialéctica, que si bien se reconoce la
importancia de la práctica no se deja de lado la teoría, por el contrario, Marx
planteaba que la forma de conocer el mundo se podía hacer desde dos procesos
distintos, el primero consiste en ir de la practica a la teoría regresando a la
práctica o iniciando por la teoría yendo a la práctica regresando a la teoría.
Teoría-practica-teoría o practica-teoría-practica.
Engels y Marx sintetizaron su materialismo dialéctico a partir
de su demoledora crítica del materialismo mecánico de Ludwig Feuerbach y a la
dialéctica idealista de Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Al materialismo de
Feuerbach lo consideraron como un materialismo influido por corrientes del
pensamiento filosófico metafísico e idealista.
Famosas son las 11 tesis sobre Feuerbach de Marx y Engels, en
particular la undécima que reza así: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el
mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.
De la dialéctica hegeliana Engels dice que ésta se encontraba cabeza abajo con
Hegel y que fue Marx quien la colocó sobre sus pies. Posteriormente, Engels
describió las leyes de la dialéctica en su Anti-Duhring (obra polémica contra
las teorías propugnadas por el anarquista alemán Karl Eugen Dühring).
Luego en el siglo XX en Rusia, Lenin contribuyó a las ideas
materialistas dialécticas al desarrollar polémicas con sus adversarios, particularmente
con filósofos (idealistas) positivistas como el austriaco Ernst Mach y los
rusos Aleksandr Bogdánov y V. Bazárov (nombre real: Vladímir A. Rúdnev), y, por
sobre todo, su empiro-monismo. La principal razón de la disputa entre Lenin y
estos filósofos era su afirmación de que el positivismo idealista estaba por encima
del debate filosófico entre idealismo y materialismo. A estos, Lenin les afirmó
lo siguiente: “Materialismo es reconocer los «objetos a sí mismos» o fuera de
la mente; las ideas y las sensaciones son copias o imágenes de éstos objetos.
La doctrina opuesta (idealismo) afirma que los objetos no existen «sin la
mente»; los objetos son «combinaciones de sensaciones»”.
Más adelante nos encontramos con la teoría desarrollada por Mao
Tse-tung el cual también desarrollo aportes en la parte filosófica del
Materialismo dialectico, sobre todo en la parte que tiene que ver con la
concepción que se tiene del trabajo intelectual, del lenguaje, de la moral
comunista de la construcción de sociedad entre otros aspectos.
En conclusión el materialismo dialectico no es otra cosa que el
método científico de los comunistas en el mundo, método por el cual se llega a
conocer el mundo, a entender las contradicciones internas y externas, a conocer
las causas y cada una de las cosas como son a partir de la ciencia, dejando de
lado al idealismo.
2. La división entre materialismo dialéctico y materialismo
histórico
El término
“materialismo dialéctico” nunca fue usado por Marx o Kant ni definido
sistemáticamente por ninguno de ellos. El término fue introducido por el
revolucionario ruso del siglo XIX, Georgi Plejánov, así como la clasificación
de materialismo dialéctico y materialismo histórico. Según Plejanov en su obra La concepción monista de la historia, el materialismo
dialéctico de Marx y Engels tuvo como preludio la contraposición del
materialismo metafísico de los enciclopedistas (opuestos al idealismo metafísico
heredado de la Edad Media) y el idealismo dialéctico de los filósofos alemanes.
Marx y Engels tomaron como base a la crítica materialista de Feuerbach y los
hegelianos de izquierda al idealismo dialéctico de Hegel. Los desarrollos
posteriores, sobre todo a partir de las Tesis sobre Feuerbach de Marx,
resultaron en una visión no-dualista del mundo que incorporaba una relación
dialéctica entre materia y espíritu, siendo la actividad humana la base de esta
interacción.
La introducción de los
términos materialismo dialéctico y materialismo histórico se puede interpretar
como un intento de sistematizar los fundamentos filosóficos presentados por
Marx y Engels. Lenin asumió por establecida esta división debido a que Plejanov
era considerado el “Padre del Marxismo” en la Rusia del siglo XIX. En esta
división, el materialismo dialéctico fue definido más tarde por Stalin como la
aplicación de las leyes dialécticas a la naturaleza y el materialismo histórico
como la extensión de las mismas a la historia y la sociedad.[8] Sin embargo,
otros autores consideran esto como un grueso error, pues consideran que es
precisamente a la inversa: Marx desarrolló en sus trabajos la concepción
materialista de la historia (La ideología alemana) como método de análisis, sin
llegar a representarla nunca como un sistema. Fue Engels quien, posteriormente,
intentó construir, partiendo de los métodos utilizados por su compañero en sus
análisis históricos, una ontología marxista, ontología que quedó bautizada como
Materialismo Dialéctico (y esto sin necesidad de identificar el materialismo
dialéctico con la versión consagrada del Diamat
como doctrina oficial de la difunta Unión Soviética)
3. Marx, Engels y la crítica de la religión
Esta es la famosa cita textual de K. Marx en relación a la religión:
“La base de la crítica irreligiosa es ésta: el hombre hace la
religión; la religión no hace al hombre. En otras palabras, la religión es la
autoconciencia y la auto identidad del hombre en tanto que éste no se ha
encontrado a sí mismo o se ha extraviado de nuevo. Pero el hombre no es un ser
abstracto habitando fuera del mundo. El hombre es el mundo humano, el estado,
la sociedad. Este estado, esta sociedad, producen la religión, la cual es una
conciencia del mundo invertida porque estos son un mundo invertido. La religión
es la teoría general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica en
versión popular, su punto espiritual de honor, su entusiasmo, su sanción moral,
su solemne complemento, su base general de consolación y justificación. Es la
realización fantástica del ser humano en tanto que éste no posee realidad
verdadera alguna. La lucha contra la religión es, por lo tanto, indirectamente
una lucha contra ese mundo de cuyo aroma espiritual es la religión.
La miseria religiosa es a un tiempo expresión de la miseria real
y protesta contra la miseria real. La religión es una queja de la criatura
oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, y el alma de unas condiciones
desalmadas. Es el opio del pueblo.
La abolición de la religión como la felicidad ilusoria de los
hombres es una demanda para su felicidad real. El llamado a abandonar sus
ilusiones acerca de su condición es un llamado a abandonar una condición que
requiere de ilusiones. La crítica de la religión es, por lo tanto, la crítica
embrionaria de este valle de lágrimas del cual la religión es el halo”.
Por su parte, F. Engels dijo de la religión lo siguiente:
“Toda religión, sin embargo, es nada más que un reflejo
fantástico en las mentes de los hombres de esas fuerzas externas que controlan
su vida diaria, un reflejo en el que las fuerzas terrestres asumen la forma de
fuerzas sobrenaturales”
4. Las dos cuestiones básicas de la filosofía
El pilar filosófico fundamental del materialismo dialéctico es
lo que define como “la cuestión básica en filosofía” que se refiere a la
relación entre el mundo material (la realidad) y su independencia con respecto
al ser (la conciencia), lo espiritual. Se establece la relación
materia-sobre-conciencia en la que la materia es primaria y la conciencia es
producto del desarrollo ulterior de la materia.
La cuestión básica en filosofía tiene dos aspectos
fundamentales. La primera es la cuestión de la esencia, de la naturaleza del
mundo. El segundo aspecto es la cuestión de la cognoscibilidad del mismo. “El
desarrollo de las ciencias destruye definitivamente la creencia idealista de
que el mundo esté basado en lo supernatural, en lo espiritual”. De esta manera,
el materialismo dialéctico está necesariamente vinculado y es inseparable del
ateísmo científico: “puesto que solamente lo que es material es perceptible,
conocible, nada es conocido de la existencia de Dios”.
En La Sagrada Familia o
Crítica de la Crítica, del cual la anterior cita es tomada, Marx y
Engels demuestran que el ateísmo es representativo de las clases progresistas
–en particular de la clase burguesa del siglo XVIII– que debieron luchar contra
las concepciones feudales y religiosas reaccionarias.
La segunda cuestión filosófica más importante para el
materialismo dialéctico es si el mundo está en constante movimiento, cambio y
desarrollo cualitativo y en una interconexión universal, o es un sistema
estático y en moción cíclica sin contradicciones internas ni cambios
cualitativos. Aquí entra la importancia de la dialéctica que es definida como
“la ciencia de las leyes generales del movimiento y desarrollo de la
naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento”. La segunda cuestión
filosófica lidia especialmente contra el método metafísico –no contra la
llamada metafísica– que interpreta la realidad y los fenómenos del mundo como
aislados los unos de los otros, además de asignarles la cualidad de ser
inmutables.
5. El concepto filosófico de materia
La definición materialista dialéctica de lo que es materia fue
expuesta por Lenin en su obra Materialismo
y empirocriticismo de esta manera:
“Materia es una categoría filosófica que denota la realidad
objetiva, la cual es dada al hombre a través de sus sensaciones, y la cual es
copiada, fotografiada y reflejada por nuestras sensaciones, mientras que existe
independientemente de éstas”.
Son las leyes más generales del desarrollo de la naturaleza la
sociedad y el pensamiento humano.
6. Las categorías del materialismo dialéctico
1. Esencia y fenómeno
2. Causa y efecto
3. Necesidad y casualidad
4. Ley
5. Contenido y forma
6. Posibilidad y realidad
7. Lo singular lo particular y lo individual
8. Lo abstracto y lo concreto
9. Lo histórico y lo lógico
10. Materialismo e Idealismo
11. Práctica y Contradicción
12. Teoría y práctica
13. Cambio y movimiento
7. Leyes de la dialéctica
En su Anti-Dühring,
Engels expone que las tres leyes fundamentales de la dialéctica:
·
Ley de los cambios
cuantitativos en cualitativos
·
Ley de la unidad y lucha de
contrarios
·
Ley de la negación de la
negación
8. La teoría del conocimiento materialista dialéctico
Los fundamentos de la teoría del conocimiento materialista
dialéctica fueron formulados por Lenin, los cuales se resumen en tres
asunciones básicas:
a) “Las cosas existen independientemente de nuestra conciencia,
independientemente de nuestras sensaciones, fuera de nosotros (...)
b) No hay definitivamente diferencia alguna en principio entre el
fenómeno y la cosa-en-sí, y no puede existir tal diferencia. La única
diferencia es entre lo que es conocido y lo que todavía es desconocido (...)
c) En la teoría del conocimiento como en cualquier otra esfera de
la ciencia, nosotros debemos pensar dialécticamente, eso es, no debemos
considerar nuestro conocimiento como terminado, como inalterable, pero debemos
determinar cómo el conocimiento emerge de la ignorancia, cómo el conocimiento
incompleto e inexacto se torna completo y más exacto”.
9. La lógica dialéctica
La Lógica Dialéctica fue concebida por Hegel en su obra Ciencia de la Lógica. En vez de
eliminar la contradicción, la convirtió en la clave de su sistema lógico. Para
Marx y Engels la filosofía hegeliana tenía un carácter revolucionario,[16] que
fundaba la lógica dialéctica como lógica del movimiento, de la evolución, del
cambio,[15] pero requería ser reelaborada con el enfoque del materialismo, de
manera que consideraron la dialéctica como "la ciencia de las leyes
generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento
humano" y así "la propia dialéctica del concepto se convertía
simplemente en reflejo consciente del movimiento dialéctico del mundo
real". Las bases de la lógica dialéctica del marxismo quedaron planteadas
en el Anti-Dührin y en la Dialéctica de la Naturaleza de
Engels. Su trabajo fue continuado entre otros por primera vez por V. I. Lenin
en su obra Materialismo y
empirocriticismo. El mismo Lenin en 1914, estudió detenidamente la
lógica dialéctica y anotó cuestiones fundamentales sobre la misma, en los
denominados Cuadernos Filosóficos.
Lenin definió cuatro demandas básicas para su construcción:
a. Examen de todas las facetas del objeto;
b. Examen del objeto en su “desarrollo y auto movimiento” y en sus
“múltiples relaciones” con las demás cosas, la unidad de los contrarios y
además la transición y la transformación de una cosa en otra.
c. Una “definición” completa de un objeto debe incluir la
experiencia humana entera. La lógica dialéctica sostiene que “la verdad es
siempre concreta, nunca abstracta (...)” el “infinito proceso de descubrimiento
de nuevos aspectos y relaciones”, de continua profundización del conocimiento
d. La Lógica Dialéctica no niega la significancia de la lógica
formal en la estructuración del pensamiento.
Una diferencia entre la lógica formal y la lógica dialéctica es
que esta última “revela los principios lógicos de la transición al nuevo
conocimiento, estudia la formación y el desarrollo de teorías”.
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